Que bueno el vuelo
del pájaro en el cielo
sin cadenas, ni jaulas.
Que bueno el sueño
del niño en la cuna
Y el sueño del hombre en la tierra
sembrando la vida.
Que bueno el brazo
del joven sin armas.
Que bueno el abrazo;
que bueno un pedazo
del mundo sin odio.
Que bueno los campos sin alambrados;
que bueno las flores
con todos los colores.
Que bueno los ojos
que miram mis ojos.
Que bueno la espera;
que bueno los viejos;
que bueno los hijos,
amigos y amores.
Qué bueno la vida!
(Wenceslau Gonçalves/Laguna dos Patos, 2002)
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